Cómo mejorar la memoria a corto plazo.

¿Vas a una habitación y no recuerdas a qué has ido? ¿O quizá estás en una conversación y no recuerdas lo que han dicho?  Allí hay un pequeño fallo y puedes plantearte cómo mejorar la memoria a corto plazo.

Nuestra memoria funciona de la siguiente manera:

  • Memoria a corto plazo: tu mente se centra en una actividad y recuerda los datos necesarios para resolverla, pero sólo durante unos pocos minutos.

Un ejemplo serían los datos de unas instrucciones para poner en marcha un aparato. Recuerdas momentáneamente las acciones que lees y luego te olvidas.

  • Memoria a largo plazo: si la información anterior era relevante, se consolidará y creará recuerdos a largo plazo.

Si las instrucciones las vas a emplear a menudo, prestarás atención y las memorizarás para generar y consolidar un recuerdo a largo plazo.

¿Por qué es importante saber cómo mejorar la memoria a corto plazo?

Ya observas que la memoria a corto plazo o de trabajo puede tener dos funciones:

  • Realizar tareas de la vida cotidiana: retener números para hacer cálculos, nombres de personas que te presentan o datos relevantes que lees en una noticia, entre otros.
  • Crear recuerdos en la memoria: si los datos anteriores son importantes, el cerebro los consolida en recuerdos generando nuevas conexiones neuronales.

Si nos centramos en cómo aumentar la memoria a corto plazo, estaremos mejorando nuestra capacidad de generar recuerdos a largo plazo.

¿Cómo mejorar la memoria de trabajo?

Los factores que influyen en esta memoria a corto plazo tienen relación con la atención y concentración.

No estar centrado en la tarea, la presencia de distracciones o el mismo estrés, hacen que “perdamos el hilo” y no prestemos atención a lo que estábamos haciendo.

Así, cuando a veces te quejas de falta de memoria, es más bien falta de atención y concentración. No puedes recordar algo a lo que no le hacías verdadero caso.

Aquí tienes algunos consejos sobre cómo aumentar la memoria de trabajo y por tanto, generar recuerdos:

  • Evita distracciones: algunas se pueden prever y evitarse. Apagar el teléfono o alejarse de ruidos y evitar conversaciones con personas son ejemplos.
  • Repite la información mentalmente, en voz alta o de forma escrita. Si canturreas la cantinela: “me tengo que acordar de…, me tengo que acordar de…” fijarás más fácilmente la información.
  • Visualiza el resultado que quieres obtener. Si vas a ir a comprar, representa mentalmente los artículos que deseas. Formas, colores, olores…
  • Realiza ejercicios de atención y concentración. Ejercicios de discriminación visual como buscar diferencias, ejercicios de observación y descripción detallada de objetos, crucigramas, rompecabezas… son ejemplos de cómo mejorar la memoria a corto plazo.
  • Prueba también con ejercicios de atención dividida: aquellos ejercicios que requieren realizar dos tareas conjuntas, como prestar atención a una música mientras se lee o se conversa o que requieren de varias acciones simultáneas.
  • Técnicas de memorización como buscar sinónimos, asociar palabras con imágenes…

Si te planteas ejercicios sobre cómo mejorar la memoria de trabajo, recuerda que todos aquellos que trabajen la atención, concentración y discriminación, serán altamente beneficiosos.

Así mejorarás también la generación de recuerdos a largo plazo. ¡Adquiere una rutina y compruébalo!