memoria

 

Recuerdo que de niño a una maestra decía: “la creatividad o se hace más grande o se hace más pequeña. Hay que trabajarla”.

Siendo ya mayor, te das cuenta de que ocurre igual con el resto de capacidades. Si quieres los músculos tonificados, haces ejercicio. Y si quieres una mente ágil, buscas distintos tipos de actividades de estimulación cognitiva.

El cerebro también envejece

El cuerpo envejece a partir de los 30 o 35 años, incluido el cerebro. Pero a éste último le empezamos a hacer caso cuando avanzamos en edad.

Es entonces cuando los olvidos naturales cobran relevancia a nuestros ojos.

¿Cuántas veces te ocurre que vas a un sitio y ya no recuerdas a qué? ¿O quizá querías decir algo y se te ha olvidado en el momento?

Llegas a una edad y te preguntas si a tu cerebro no le estará pasando algo. Naturalmente, tu cerebro está envejeciendo. Y conlleva entre otras cosas, a que:

A esto se une que con la edad se pueden reducir muchas actividades que implican estímulo intelectual y contacto social, por lo que el cerebro deja de estar tan activo. Por ejemplo, al jubilarnos.

Y como mencionaba al comienzo, lo que no se hace grande, se achica.

Tres ejemplos de actividades de estimulación cognitiva

Puedes prevenir o reducir estos percances incorporando rutinas con actividades de estimulación mental, pues así creas y/oo refuerzas las redes neuronales que subyacen en los procesos mentales.
Las actividades a realizar pueden ser muy variadas y algunas quizá ya las tengas incorporadas.

También importa el enfoque, así que lee atentamente estas tres breves sugerencias y piensa en qué otras cosas te pueden servir simplemente cambiando la forma en que las haces.

1.- Cultura y actualidad

Desde la llegada de Internet, la información está accesible para cualquiera con ganas de buscarla.

Semanalmente puedes escribir un tema, con varias preguntas que te gustaría resolver. Dedica un tiempo a buscar en Internet, a resumir la información que encuentras y a escribir todo ello junto con tus reflexiones.

Es un magnífico ejercicio de estimulación mental que engloba numerosas capacidades del cerebro.

2.- Memoriza y recuerda tu entorno

Lo habitual es pasear por sitios conocidos mientras piensas en otras cosas. Toca focalizarse en el camino, en los detalles, en las personas con que te cruzas.

Ya en casa, en una libreta, apunta todas las cosas que recuerdas, intentando seguir mentalmente el mismo camino que has realizado.

3.- Actividades de entrenamiento mental

Las hay casuales, como juegos en páginas web, aplicaciones, o si eres más tradicional, cuadernos que puedes adquirir en librerías.

Y también tienes a disposición programas de entrenamiento cognitivo y ejercicios de memoria. Los tienes más elaborados con retos que activan procesos mentales relativos a la memoria, la comunicación y el razonamiento.

Las actividades de estimulación cognitiva deben suponer un reto

Todos estos ejercicios de estimulación mental deben suponer un reto, un esfuerzo que no suponga agotamiento mental, pero que tampoco resulte sencillo. Te explico por qué con un ejemplo.

Cuando deseas una mayor musculatura física, tomas unas pesas que te cueste un poco levantar. Mucho peso te puede lesionar; poco peso es como si no hicieras nada y los músculos no se desarrollan. Con un peso adaptado cada vez mayor, el músculo aumenta y logras resultados gracias a tu esfuerzo y constancia.

Para una mente despierta y ágil, necesitas ejercicios de estimulación cognitiva que le supongan un reto a tu cerebro y notes que te cuesta.

Retrasa los efectos del envejecimiento del cerebro

En realidad no hay una fórmula mágica, pero si existen unas pautas ya reconocidas, que se pueden resumir en come bien, haz ejercicio y realiza acciones de estimulación mental+

1.- Dieta mediterránea

Lo has leído hasta la saciedad, pero es que es cierto. Come variado para asegurar la ingesta de los nutrientes que van a nutrir tu organismo y tu cerebro.

Frutas, verduras, cereales, legumbres, carne que aporte proteínas… ¿Te has parado a pensar cuánto de variado comes a la semana?

En los supermercados hay de todo, y en Internet encontrarás recetas fáciles que te sorprenderán.

2.- Ejercicio físico

El cuerpo es como una máquina compleja. El ejercicio aeróbico (caminar a cierto ritmo puede ser un ejemplo) estimula la secreción de hormonas que afectan a nuestra atención y memoria.

A algunas personas nos cuesta salir de casa, es cierto, pero todo es empezar. ¿Qué ejercicio haces a la semana? ¿Sabes que si no puedes salir y que en YouTube puedes encontrar orientaciones y ejercicios a tu medida?

Eso sin contar que puedes contactar con un profesional que se adapte a tus medidas y merece la pena el gasto.

3.- Actividades de estimulación cognitiva

Como ya te he dicho, entrenar el cuerpo tiene unas ventajas y el cerebro otras. La atención, el razonamiento, la memoria a corto y largo plazo, la discriminación visual y la coordinación entre otras, se pueden trabajar.

Y encontrarás numerosas herramientas para ello, a nada que las busques.

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