Como evitar la pérdida de memoria en personas mayores

Piénsalo: nuestra identidad, lo que entendemos y sentimos, está íntimamente relacionado con los recuerdos de lo vivido. Por eso es deseable mantener la memoria sana y en forma y evitar la pérdida de la memoria en personas mayores.

¿Por qué se da la pérdida normal de memoria en ancianos?

1/ El necesario olvido para el cerebro.

Para empezar a hablar, es erróneo pensar que sólo los ancianos sufren pérdida de memoria. El olvido es necesario para que nuestro cerebro funcione a pleno rendimiento.

Nuestro cerebro no puede procesar toda la información diaria y borra todo lo que considera poco relevante para dejar espacio a nuevas experiencias y recuerdos.

Sin embargo, a veces deseamos recuperar información eliminada y no podemos. Ahí es cuando se disparan nuestras alertas y miedos ante la pérdida de la memoria relativa al envejecimiento.

 

2/ El proceso de envejecimiento provoca la pérdida normal de memoria en mayores.

Además del proceso natural del olvido, también debemos pensar que al cerebro le ocurre como al resto del cuerpo.

De mayores, las actividades físicas nos requieren mayor esfuerzo y todos lo aceptamos. Al cerebro le ocurre algo similar y procesos como la atención, la memoria y el razonamiento se enlentecen.

Pero podemos mantenernos en forma. ¿Cómo prevenir la pérdida de memoria al envejecer?

Qué hacer ante la pérdida de la memoria en adultos mayores.

Diferenciamos la pérdida normal de la memoria en la vejez, de la pérdida por causas relacionadas con enfermedades, tratamientos médicos o problemas emocionales.

El proceso natural del envejecimiento y el estilo de vida hace que sean frecuentes y normales los fallos de memoria conforme envejecemos:

  • Se nos hace más difícil recordar información recién aprendida: el proceso de cristalización de recuerdos en la memoria a largo plazo se enlentece.

Puedes ayudar a fijar recuerdos mediante ejercicios de asociación, repetición y organización de conceptos.

  • También es más fácil despistarse ante una tarea y perdemos el hilo. Si nos falla la atención, ni entendemos ni memorizamos.

Es importante ejercitar la atención mediante ejercicios de discriminación visual, concentración, atención dividida y mantenida.

  • Hay estudios que señalan que el vocabulario en la vejez puede aumentar.

Para ello se debe trabajar la fluidez verbal con listados de categorías, comprensión lectora y expresión. De esta manera evitamos la típica sensación de “lo tengo en la punta de la lengua”.

  • Si lo piensas, cada vez hacemos menos operaciones de cálculo y razonamiento. En la vida diaria sólo usamos estas habilidades para el manejo del dinero.

Enfrentarnos a ejercicios de cálculo y razonamiento repercute en el entendimiento de situaciones y la pérdida de memoria de las personas mayores.

  • Repetimos preguntas y temas de conversación. Tras la jubilación reducimos nuestro círculo social y perdemos oportunidad de experimentar nuevas vivencias. Al final hablamos de las cosas que nos han ocurrido, pero si no nos ocurre nada, nos repetimos.

Es necesario vivir experiencias nuevas y buscar nuevas áreas de interés preferentemente mediante relaciones sociales, pero también a través de Internet, la televisión o la lectura desde casa.

Sólo cuando los fallos de memoria como perder objetos, vocabulario, preguntas insistentes, desorientación y olvidos comienzan a hacerse recurrentes es cuando hay que preocuparse. Ante la duda, lo mejor es acudir a un profesional médico.

Por lo demás, la pérdida normal de la memoria en personas mayores es natural. Debemos ser comprensivos con nosotros mismos. Pero también saber que podemos combatir algunos efectos de la pérdida de memoria en la vejez.

Qué hacer ante la pérdida de la memoria en adultos mayores.

Diferenciamos la pérdida normal de la memoria en la vejez, de la pérdida por causas relacionadas con enfermedades, tratamientos médicos o problemas emocionales.

El proceso natural del envejecimiento y el estilo de vida hace que sean frecuentes y normales los fallos de memoria conforme envejecemos, pero se pueden trabajar:

  • Se nos hace más difícil recordar información recién aprendida: el proceso de cristalización de recuerdos en la memoria a largo plazo se enlentece.

Puedes ayudar a fijar recuerdos mediante ejercicios de asociación, repetición y organización de conceptos.

  • También es más fácil despistarse ante una tarea y perdemos el hilo. Si nos falla la atención, ni entendemos ni memorizamos.

Es importante ejercitar la atención mediante ejercicios de discriminación visual, concentración, atención dividida y mantenida.

  • Hay estudios que señalan que el vocabulario en la vejez puede aumentar.

Para ello se debe trabajar la fluidez verbal con listados de categorías, comprensión lectora y expresión. De esta manera evitamos la típica sensación de “lo tengo en la punta de la lengua”.

  • Si lo piensas, cada vez hacemos menos operaciones de cálculo y razonamiento. En la vida diaria sólo usamos estas habilidades para el manejo del dinero.

Enfrentarnos a ejercicios de cálculo y razonamiento repercute en el entendimiento de situaciones y la pérdida de memoria de las personas mayores.

  • Repetimos preguntas y temas de conversación. Tras la jubilación reducimos nuestro círculo social y perdemos oportunidad de experimentar nuevas vivencias. Al final hablamos de las cosas que nos han ocurrido, pero si no nos ocurre nada, nos repetimos.

Es necesario vivir experiencias nuevas y buscar nuevas áreas de interés preferentemente mediante relaciones sociales, pero también a través de Internet, la televisión o la lectura desde casa.

Sólo cuando los fallos de memoria como perder objetos, vocabulario, preguntas insistentes, desorientación y olvidos comienzan a hacerse recurrentes es cuando hay que preocuparse. Ante la duda, lo mejor es acudir a un profesional médico.

Por lo demás, la pérdida normal de la memoria en personas mayores es natural. Debemos ser comprensivos con nosotros mismos. Pero también saber que podemos combatir algunos efectos de la pérdida de memoria en la vejez.

Los tres hábitos saludables para evitar la pérdida de la memoria en adultos mayores.

Tres son las bases para evitar la pérdida de memoria en la vejez.

  • Ejercicio físico. Tonificar los músculos y dotarlos de fuerza y elasticidad previene situaciones de dependencia física, pero además estimula el riego sanguíneo del cerebro, mejorando la memoria y evitando su decaimiento.

Prueba a ir a un gimnasio, a centros sociales donde se haga gimnasia adaptada o busca un monitor que te oriente en tu caso concreto.

  • Ejercicio cognitivo variado. Los retos mentales variados permiten estimular distintas áreas del cerebro implicadas en el buen desempeño de las actividades de la vida diaria y de la memoria.

Busca actividades presenciales en centros, apúntate a clases a distancia o prueba con libros de estimulación.

  • Socialización. No olvides cuidar tus redes sociales. Encontrarse con personas y realizar con planes con ellas aumenta nuestro bienestar emocional e interés por cuidarse, seguir creciendo y disfrutar de nuevas experiencias.

Planifica salidas de casa, viajes y excursiones, o apúntate a cursos como los de la Universidad de la Experiencia o similares, donde podrás entablar relaciones con personas que tengan tus mismos intereses.

Evitar la pérdida de memoria en el proceso de envejecimiento está en nuestras manos. ¡Manos a la obra!